Hay una infinidad de mapas que ayudan a recorren los caminos que llevan desde la puerta de casa hasta el Dorado o hasta Shangrilá. Hay mapas con división política, con división física, mapas en donde se detallan las poblaciones y la escala hipsobatimétrica. Hay mapas que nos dan una pista sobre la política vernácula y que sirven para entender quién es quién en el escenario ideológico. Hay mapas para todo, pero nunca representan fielmente la verdad. En el mapa está el ojo del cartógrafo, está su estrechez y su prejuicio y su deseo y sus ganas locas de que al final de la última línea trazada esté el tesoro escondido allí donde nace el arcoíris.

Todo mapa miente. Como la fotografía, como Clarín y Tiempo Argentino, las cartografías sólo nos dan una instantánea capciosa de un momento y se olvidan o no pueden contar aquello que hay detrás de esa inmovilidad que fija un hito junto a otro. El mapa es enemigo del cambio, el instrumento con que las empresas de turismo le niegan a los pobres el derecho a salir de sus guetos y visitar otros guetos mejor decorados.

Andar honestamente por el mundo es no saber hacia dónde ir, por dónde caminar. Aquello que sirve para orientarnos le quita sorpresa al sendero; también, claro está, nos salva la vida. Como el caso de Juan Díaz de Solíz que de haber tenido uno más o menos fiable hubiese evitado que se lo merendaran los nativos.

Una cartografía es, en suma, un pretexto para evitarse el viaje, para suplir la angustia de lo desconocido con la falsa seguridad del dato. Por eso es impensable un mundo sin mapas, sin cartas de navegación, sin brújulas ni astrolabios; porque esos rudimentos nos permiten llegar a casa, encontrar a la damisela y disfrutar de las películas de piratas. Y por eso 5 discos 5 que son como un mapa, que no sólo nos traen un mundo desconocido sino que nos dicen desde dónde arrancar a caminar

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68_DISC1-ELOTime – 1981 – Electric Light Orchestra. En las postrimerías del sonido disco, cuando parecía que todo había sido dicho y hecho para la pista de baile, la ELO, ya por aquellos años reconocida como una de las agrupaciones fundamentales del género, editó un disco de música disco experimental narrando una historia futurista casi en clave progresiva. Atiborrando su sonido con la presencia de sintetizadores y samplers y llevando los arreglos vocales a la cristalización de su propio estilo consiguen un ópera pop, con una historia consistente, emotiva en la que por momentos al escucharlo se pierde el rumbo y no sabe si lo que suena es Queen o Supertramp pasados de orquesta; pero no importa, porque esa forma de desorientación lo es todo para un disco que preanuncia las líneas fundamentales del sonido de los 80 sintetizando todo lo anterior.

 

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 68_DISC2 - BE YOUBe your sound – 2011 – Cosmic gate & Emma Hewitt. Los mapas están a mitad de camino entre lo que es y lo que se considera que debería ser. Imaginen a dos djs alemanes y a un ángel de voz etérea, en un playa, trazando en la arena un mapa acerca de cómo deberíamos entender la fusión entre la tecnología y la capacidad humana para generar belleza. El loop constante. Las capas de sonido, una sobre otra, ramificándose en una hipnosis de rumor de olas. Difuminación. Ausencia y presencia solapadas. ¿Deep house melancólico? ¿Trip-hop relajante? ¿De qué nos sirve marcar en los atlas musicales un lugar si no vamos hasta allí para comprobar el paisaje? No hay mucho más que decir para una música que debe sentirse en ese otro mapa de la vida que es el corazón.

 

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68_DISC3-CANVASThe Atomized Dream – 2008 – Canvas Solaris. Sospechar que para el gran público, la geografía del metal progresivo instrumental es una geografía desconocida no es para nada errado. Sin algo que nos guíe, puede resultar extraño ese sonido repetitivo, crudo, hastiado de precisión que tiende a carecer de melodía, estribillo o algo semejante a lo que llamamos vulgarmente “tema”. Para orientar podría decirse que tiene ribetes de jazz pero en clave de metal, un sonido que bien podría ser el resultado de escuchar atentamente King Crimson, los canadienses Rush, Dream Theater pero también de Pat Metheny. La apuesta instrumental es también un ribete que lo aleja aun más de la masividad. Terra incognita por donde se la mire, que apela a la paciencia del viajero, al esfuerzo de escucharlo desprejuiciadamente y a las ganas de dejarse llevar por geografías no siempre del todo bellas, pero siempre novedosas.

 

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68_DISC4-VISITANTESSalud Universal- 1993 – Los Visitantes. Luego de Don Cornelio y la Zona, Palo Pandolfo el último poeta maldito del rock nacional, vuelve al mapa del rock con una de las bandas principales de la primera mitad de la década del 90. Fundadores de lo que se llamaría rock rioplatense que los emparentaría con bandas como Los Piojos, los visitantes tuvieron una propuesta oscura, furiosa, siempre incómoda que, si bien logró hits, nunca pactó con lo radiable y complaciente. Esta, su primera producción, es un disco de canciones situadas, en la que casi todas remiten a un lugar en el espacio como el “Albergue Warnes”, “Castro Barros – Miserere (norte)” o la gran “Playas oscuras.” Rock sin expectacularidad pero cargado de sentidos para entender los meandros y penínsulas que atravesó el rock nacional antes del presente.

 

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68_DISC5-PLAYPlaying For Change – Songs Around The World. El planisferio es la cartografía más basta que el ser humano ha precisado con cierto detalle. Intenta ir más allá pero siempre vuelve a los planos de su propio rancho porque como decía Dórothy “no hay lugar como el hogar”. El productor Mark Johnson parece haberlo tenido presente cuando al grabar a un cantante callejero le surgió la idea de grabar a otros músicos alrededor del mundo y hacer con ellos un disco con la pretensión de hacerlos confluir en el idioma universal. Un disco de buenas intensiones que pretende atravesar las geografías del mundo, llevarse por delante las fronteras y las ideologías, y encontrar en la solidaridad la clave para el cambio. Un disco que apela a los buenos sentimientos, políticamente correcto sin más hallazgos que las voces de gente que día a día se ganan el pan cantando para vivir. No es poco para un mundo en el que millones se extravían en los intolerables caminos del hambre.

 

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